La obesidad se define como un exceso de tejido adiposo, la cuantificación de la grasa requiere técnicas sofisticadas que no suelen estar disponibles en la práctica clínica, por lo general, la exploración física es suficiente para detectar el exceso de grasa corporal.
La obesidad es la mayor responsable de los trastornos cardiovasculares, conjuntamente con otros trastornos, los más importantes y comunes son hipertensión, diabetes tipo 2, hiperlipidemia, enfermedad articular degenerativa y discapacidad psicosocial, también son más frecuentes en personas con obesidad ciertos cánceres (colon, recto y próstata en varones y útero, vía biliar, mamas y ovarios en mujeres), trastornos tromboembolicos, enfermedades digestivas como cálculos biliares o esofagitis por reflujo y trastornos cutáneos.
Hasta hace poco tiempo, la obesidad se consideraba, como el resultado directo de un estilo de vida sedentario más la ingestión de un exceso de calorías, aunque no hay duda que estos factores son la causa principal en algunos casos. Ahora se han establecido determinantes genéticos de algunos tipos de obesidad y se identificaron cinco genes que afectan el control del apetito, se cree que sólo un pequeño porcentaje (4 a 6 por ciento) de los casos de obesidad humana es causado por mutaciones genéticas únicas, no hay duda de que la mayor parte de los casos de obesidad es consecuencia de la interacción de múltiples genes, factores ambientales y comportamiento, y poner atención a esto porque el 96 por ciento se debe a causas no genéticas, para los que utilizan el término como pretexto, y dicen que su problema es "hereditario" cuando en realidad es "adquirido".





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